¿Crees que las tragapuestas son azar? ¡No! Son un baile taoísta con máquinas que rezan en vez de pagar. Cada giro es un poema… y el “jackpot” no se gana: se hereda como un abrazo de la suerte. Yo puse mi presupuesto en 50€… y aún así me fui a dormir tras 47 tiradas. ¡La máquina te cuenta historias! ¿Tú estás bailando con dragones o solo jugando al parchís? #RitmoSobreAzar